Filosofía

Maaya wíiniko'obe mina'an y yumilo'ob, chéen le k'áaxo'obo' yéetel k'ujo'ob. Los mayas no tenemos otros dueños sino los montes y los dioses.

jueves, 13 de junio de 2013

Reflexión: Neoliberalismo- Educación en Latinoamérica



Para el modelo hegemónico, existen una serie de problemas que se constituyen en ejes fundamentales de la crisis y con relación a los cuales propone una serie de estrategias a seguir, coherentes con una visión neoliberal y que a la vez se pretende globalizar al conjunto de América Latina sin respetar las diferencias nacionales y regionales.

Desde la perspectiva neoliberal la crisis de la educación superior refleja, básicamente, la incapacidad gerencial de los Estados en garantizar una administración eficiente de los servicios sociales. En tal sentido, el sistema de educación superior funciona mal no porque falten recursos, sino porque falta una mejor administración de los recursos disponibles. El desafío es claro (al menos para los neoliberales): un gerenciamiento más eficiente de las partidas presupuestarias existentes puede permitirnos superar la improductividad de la universidad. Este diagnóstico que realiza el modelo neoliberal es parcialmente cierto ya que nuestros gobiernos no solo gastan mal, sino que además gastan cada vez menos en educación, esto ha sido la consecuencia de los efectos que además los señores del neoliberalismo de hoy son los funcionarios y dirigentes del pasado, que comenzaron a mal-gastar los dineros públicos. Si existen responsables de que esto ocurra, son ellos mismos y no el pueblo o los docentes a quienes se le echan las culpas.

El segundo eje de la fórmula para salir de la crisis, según este modelo que estamos criticando, está centrado en: Los principales responsables de la crisis de educación superior son los profesores porque están, mal formados, trabajan poco y abusan de sus privilegios. Este postulado se pretende presentar ante la opinión pública como un simple razonamiento, pues se presenta como natural al hecho de que si la Universidad está en crisis, se debe a que los responsables del proceso educativo (profesores) están trabajando mal, o sea, no saben cómo trabajar, o saben poco. Pero además y desde esta misma perspectiva basada en la competencia individual, el mérito personal, el esfuerzo aislado y el sálvese quien pueda, se legitima en esta responsabilidad de una mala formación es un asunto que compete, pura y exclusivamente a los profesores.


Exime de cualquier responsabilidad al Estado y a los dueños de las instituciones de educación superior, y propone esfuerzos individuales para superar la situación. Haciendo una comparación, es como decir que los pobres son pobres por vagos e irresponsables y que la culpa de ser pobres es responsabilidad exclusiva de ellos mismos.
Pero en realidad, el docente de hoy no tiene la culpa de la crisis, todo lo contrario, es víctima de los múltiples trabajos que debe desempeñar, del deterioro salarial, de la precarización del empleo y las malas condiciones de trabajo. O sea, que no es una condición psicológica individual que la determina el deterioro de la educación superior y la pérdida de la calidad, sino que, en realidad, son las condiciones generales de trabajo que tiene que padecer el docente, el principal factor que interviene en un complejo entramado de las múltiples causas que sobredeterminan la crisis.
El tercer eje está planteado para los neoliberales como: la educación está mal porque no se vincula con las necesidades que formula el mundo del trabajo. Aquí la esencia de la discusión está en que el neoliberalismo confunde el concepto trabajo con el empleo, en muchos planes de estudio aparece esta confusión. Por un lado, se pretende preparar para el mundo de trabajo, mundo que está en pleno proceso de atrofia, y por otro se pretende que la educación se adapte a las demandas de un mercado laboral y aceptarlo tal cual, sin pretensiones de modificación o cambio de las condiciones imperantes. Al tenor de este enunciado, es el mercado en sí mismo el que necesita del desempleo, la exclusión social, la desigualdad, la discriminación y la marginación, como condición para mantener las posibilidades de sometimiento y explotación propias de un modelo donde se ha derrumbado el Estado Benefactor.

Referencia


TABARES R., Gustavo. América Latina, Globalización y Bloques Regionales. Bogotá. Hojas Económicas.
TABARES R., Gustavo. La deuda externa de América Latina: un problema sin solución. Bogotá. Hojas Económicas.

 

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